¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA COGNITIVA?
El término Cognitivo se utiliza en el sentido de Conocer. El balance cognitivo nos invita a involucrarnos en las experiencias diarias sin imponer previas suposiciones conceptuales o ideas a los eventos que vivimos, es decir, sin importar lo que suceda o veamos, no debemos adelantarnos a los hechos no sólo con pensamientos o acciones, sino también con emociones.
Al no ponderar las situaciones o eventos que nos suceden, sin previamente conocer el trasfondo de las cosas, llegamos a tener un balance cognitivo que genera bienestar propio tanto con uno mismo como con los demás.
Por consiguiente, nace la Inteligencia Cognitiva, es nuestra forma de interpretar todos los eventos que nos acontecen o suceden, partiendo desde emociones, situaciones, pensamientos, ideas, sentimientos y por supuesto acciones.
Cuando nuestra Inteligencia Cognitiva está en desbalance, surgen percepciones erróneas, a las cuales se les denomina DISTORSIONES COGNITIVAS.
DISTORSIONES COGNITIVAS.
Las distorsiones cognitivas son errores que cometemos al interpretar la realidad, de tal forma que las emociones resultan desagradables y por consiguiente, perjudica tu autoestima. Existen 9 distorsiones que son:
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- Personalización
- Lectura de pensamiento
- Razonamiento emocional
- Adivinación
- Debeismo
- Etiqueta global
- Sobre generalización
- Pensamiento polarizado
- Magnificación
Las distorsiones cognitivas, no son sólo errores de interpretación, sino que afecta sobremanera nuestra inteligencia emocional, poniéndola en desbalance, es decir, experimentas y vives los eventos diarios de forma dolorosa, con sufrimiento, con miedos, tabúes, y por supuesto, con una calidad de vida no deseada.
Realmente llegamos a pensar que en verdad nuestras vivencias de esta manera son reales, cuando en realidad, es mera interpretación nuestra por un sinfín de variables y circunstancias. Y con el paso del tiempo, descubrimos esta distinta realidad, es ahí cuando nuestra inteligencia emocional vuelve a desbalancearse.
Es por esto por lo que, podría describirse las distorsiones cognitivas antes mencionadas como:
1. PERSONALIZACIÓN:
Creerse el ombligo del mundo. Creemos que los demás nos conocen a la perfección, lo que estamos pensado, que nos conocen, hasta como actuamos y pensamos.
Pero no, los demás están pensando en sí mismo, como lo haces tú también En esta distorsión, en verdad creemos que el mundo entero está en contra nuestra y por consiguiente nuestras relaciones interpersonales son escasas o desafortunadas. Y surge el arte de «sentirnos ofendidos» continuamente. Y en realidad, cada persona que conforma el planeta está pensando en sí mismo, en su bienestar.
Por ejemplo, imagina por un instante, qué tipo de mirada y sensación tienes cuando rodeado de personas sientes unas ansias enormes de echarte un gas, más si eres una persona pudorosa. Créeme tu mirada sería matadora, incómoda y desagradable para los demás, porque en tu interior estarás pensando «¿qué? ¿ahora? ¿aquí? ¿por qué a mí? ¡Debo huir!»… ¿qué crees que interpreten los demás de ti al notar tu incomodidad y no saber el verdadero por qué? A esto se le llama «distorsión cognitiva por personalización».
Recuerda, la próxima ocasión que creas que todos están en contra tuya, pregúntate ¿tú también lo estás?
2. LECTURA DE PENSAMIENTO:
Interpretar lo que los demás piensan.
Cuando asumes lo que piensan los demás y encima de forma negativa, no sólo distorsionas la realidad, sino dañas tu autoestima Nos fascina jugar a suponer y/o adivinar el guión de pensamiento de los demás y estrictamente de forma negativa. Consideras que los demás piensa lo peor de ti, por razones que tú mismo justificas.
¿Sabías que es tu propia imaginación, la que está pensando lo peor de ti es estos casos?, es decir tú mismo piensas eso de tí y lo proyectas. Esto no es sano, daña tu autoestima y emociones. ¿Qué motivo real tendrían los demás en pensar tan negativamente sobre ti? ¿Qué objetivo tendría para ellos hacer esto?
Por ejemplo, si de pronto cruzas mirada con otra persona, y justo esa mirada es dura, enseguida piensas que le caes mal, que te tiene envidia, que te conoce, y por consiguiente «le agarras idea», te desagrada. ¿alguna vez volteaste en estos casos? ¿qué tal si no está viéndote, sino viendo detrás tuyo? o le está pasando lo del ejemplo del punto anterior.
Recuerda, usa tu imaginación, pero de forma positiva, y no pienses por lo demás, a ti no te gustaría experimentar que pensaran y actuaran por tí. Practica ser más piadoso y compasivo contigo mismo, y con los demás también
3. RAZONAMIENTO EMOCIONAL:
Atribuir una causa arbitraria a lo que sentimos. Sucede cuando a tus emociones, o vivencias, le añades arbitrariamente (sin pensar o analizar bien lo que vives y sientes) un adjetivo negativo
Cuando algo nos sucede, buscamos mil excusas para justificar lo que sentimos e incluso lo que hacemos. Creemos que, con esto, podemos solucionar las cosas y en ocasiones las empeoramos. ¿Cuántas veces has evitado decir «lo siento» excusándote en tu interior que esto es débil? ¿Cuántas veces dejamos que el orgullo, el prejuicio y la vanidad nos separe de personas que estimamos?
Por ejemplo, estás molesto por un suceso del trabajo, donde realmente una buena plática, un consejo o un abrazo te vendría bien, pero prefieres no admitirlo, porque admitirlo te pondría en desventaja, sería dar más explicaciones de las que tienes ganas de dar y al momento de llegar con tus seres queridos, tu rostro demuestra molestia, obviamente te preguntan y tu respuesta rotunda es: «¡NO!, el tráfico estuvo pesado».
Recuerda que callar, tragarse eventos donde las emociones están a flor de piel no es sano, es bueno buscar la forma de expresar lo que sentimos sin dañar a los demás, demostrando que su empatía es signo de alegría.
4. ADIVINACIÓN:
Anticipar negativamente lo que va a pasar, sin que sepas exactamente qué va a pasar con alguna situación, ya le añadiste una historia con tonos negativos, que al final te estresa, te desmotiva y por consiguiente te retrae
Esta distorsión es útil cuando escribes novelas, películas tanto de drama como de terror, pero no es útil para la vida cotidiana. Jugar al adivino apocalíptico no es sano ni para sí mismo. ¿Te imaginas vivir en un mundo donde todos suponen lo peor de todo? ¿Qué de lindo sería esto? ¿Para qué llevar tu imaginación más allá si aún no ha sucedido? Es más, tu presente dicta tu futuro, ¿estás sembrando negatividad para cosechar el caos futuro?
Por ejemplo: Vas a solicitar un trabajo y tu edad la consideras inapropiada para el puesto, aunque la vacante no diga qué rango de edad, tú ya te consideras inapropiado y entonces visualizas en la entrevista, una chica joven (20 años más joven que tú), que no te entenderá y que seguramente te dirá, es para más jóvenes que usted. Y todo esto lo adivinaste, porque es una empresa de gran renombre de ventas online.
Recuerda no anticiparte, no crear futuros basados en la negatividad presente, porque es un hecho que se cumplirá. Piensa lo mejor y saldrá y resultará lo mejor para ti y todos los involucrados
5. DEBEISMO:
Ponerse el listón demasiado alto. Sucede cuando el perfeccionismo es lo tuyo, cuando debes ser el mejor y no equivocarte jamás. Recuerda que de los errores se aprende
Es aquí cuando idealizamos a las personas, nos contamos historias tan increíbles de lo maravilloso que es un trabajo, una relación, una persona, un familiar, un amigo e incluso un objeto. Nos negamos a ver sus defectos, por muy obvios que estos sean, nos negamos a prestar atención a detalles que nos indican que estamos distorsionando la situación, que es una idea, no algo real. Entonces, cuando la realidad nos golpea de frente, presentándonos claramente todo aquello que nos negamos ver y aceptar, sentimos que hemos fracaso, perdido y fallado, que nos han fallado, porque que eso que pusimos «tan alto» de la nada y tan de repente, se derrumbó ante nuestros ojos.
Y comienza la tortura mental, del «debería», el «hubiera», «hubiese», «quisiera», y ya nada es igual, porque no era algo real. El debeísmo es la distorsión más común y usada hoy en día, nos genera apego, nos genera aferramiento, y por consiguiente un dolor emocional muy fuerte. No importa si se trata de un trabajo, la pareja, los hijos, los padres, los amigos… el ponerle nosotros un listón tan alto a todo, está basado en nuestro propio YO, no en ellos, por consiguiente, sólo queda aprender y quedarse con el aprendizaje.
Recuerda que, todos somos humanos, nadie es perfecto, y nadie es igual a la idea que TU tienes en tu pensamiento.
6. ETIQUETA GLOBAL:
Confundir una «conducta» con un «aspecto» de uno mismo. Dar constantemente adjetivos calificativos negativos sobre ti, asegurándote que es un hecho, sólo te ayuda a desmotivarte o tener una imagen equivocada de ti.
Utilizamos adjetivos calificativos degradantes para cubrir nuestras áreas de oportunidad, quizás por costumbre o porque alguien más te la dijo. Y la autoestima se deteriora.
Por ejemplo: Cuando decides llamarte y sentirte «torpe»(adjetivo negativo) porque las cosas no te salen bien, cuando en realidad «eres distraído» (conducta por falta de inteligencia atencional). Es que no te has dado cuenta de que tanto quieres hacer, que no es suficiente el tiempo y esfuerzo por cansancio. Y luego empleas la misma técnica con los demás.
Recuerda, si crees que eres «eso negativamente», lo que signifique «eso», descubre de dónde viene y por qué. Te sorprenderás de las cosas maravillas que tienes tú y los demás.
7. SOBREGENERALIZACIÓN:
Dar por sentado que algo siempre es igual. Es asegurar que todo el tiempo te sucede lo mismo a partir de un suceso determinado, al cual lo calificas como «negativo» y por consiguiente es constante, sólo te llena de pesimismo
Por ejemplo: Siempre tengo mala suerte, siempre me sucede lo mismo. La palabra «siempre» implica «toda tu vida”, ¿realmente es así? ¿cada momento e instante de tu existencia “siempre” ha sido así? ¿O simplemente cuantificaste que, de 10 veces, 9 veces sucede así? Cuando generalizamos de más, exageramos las cosas sin darnos cuenta. Debes prestar atención a qué te llevó ahí para que sucediera ese resultado y no culpar a la suerte o a alguien externo, así como tampoco generalizar.
Recuerda, que generalizar implica que veas de forma negativa y exagerada las situaciones, cuando estas son muy distintas de lo que son en realidad. Descubre qué te lleva a obtener los resultados que obtienes y no generalices, verás con otros ojos las diferentes opciones de solución.
8. PENSAMIENTO POLARIZADO:
O blanco o negro… o bien o mal. Aplica cuando la persona es cerrada, cuadrada o limitada de pensamiento, ya que está cerrado a 2 opciones, sin darse cuenta de que hay términos medios, que existe la apertura sin necesidad de irse a los extremos
Por ejemplo: Ser una persona inflexible, no negociar, no ceder, no mediar. Esto es muy duro de vivir y experimentar, te mantiene en un estado constante de frustración, desilusión e incluso sufrimiento ante todos tus eventos. Y peor aún, las personas se alejan de alguien cuyo pensamiento no permite la apertura y la inclusión.
Recuerda que la vida tiene muchos matices, que incluso la naturaleza tiene excepciones increíbles, que tú mismo eres una excepción, no eres igual a alguien más, por consiguiente, sé más flexible, ten más apertura, los resultados te sorprenderán
9. MAGNIFICACIÓN:
Cegarse y creerse que no hay salidas. Esto aplica cuando al realizar algo que estás en proceso de dominar, te das por vencido, te hartas por falta de acierto, y, por consiguiente, todo lo ves de forma negativa, y caes en alguna distorsión anterior.
Por ejemplo: Cuando creas una expectativa mayor a lo que es en realidad en tu trabajo, crees tener el control, crees tener dominado el tema, pero por falta de conocimientos, experiencia, habilidades, finalmente algo sale mal. Entonces algo falla, algo sale complicado y temes lo peor. Esto es normal en todos los ámbitos de vida ¿no crees? ¿Cuál es entonces el secreto de la distorsión? El secreto de cualquier situación es la actitud, si tú entras en pánico, permites que tus emociones te secuestren, te das por vencido, te domina el pánico, y comienzas con la adivinación (ya veo a mi jefe, a mi colega), ya me imagino a mi esposa, es que por no se guapo, es porque no tengo este título, debí haberlo hecho como decía exactamente en el manual, siempre me pasa lo mismo, etc.
Recuerda, es de humanos equivocarnos, más no es el fin del mundo ni el fin de tu vida. El secreto de los resultados de cualquier situación adversa radica en una actitud positiva y asertiva. Respira en cada momento adverso, date un tiempo para pensar claramente y con toda emoción vuelve a empezar (analiza, retoma, entiende, lo que te llevo ahí).
¿CÓMO EVITAR CAER EN LA DISTORSIÓN COGNITIVA?
Debes darte cuenta, que no es importante lo que te pasa, sino CÓMO reaccionas a lo que te pasa, ahí radica la distorsión.
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Comienza por desarrollar la apertura y la tolerancia, no todo es negativo, y si en algún momento así lo ves, pregúntate ¿cómo lo transformo a positivo o asertivo?
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Todo lo que te sucede, tiene una causa, detéctala, y descubrirás las consecuencias correspondientes, de esta manera cuando vuelva a suceder, ya podrás prevenir y evitar.
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Presta más atención a tus acciones y no permitas que tus emociones te secuestren, sé más ecuánime y compasivo contigo y con los demás.
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No olvides que todos deseamos ser felices, todos perseguimos la felicidad, sólo que de diferente manera. Lo que te hace feliz a ti, a otro no.
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Medita.
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Si has notado en ti algunas de estas «distorsiones cognitivas», y te gustaría saber cómo transformarlas, te puedo ayudar.
Autor: Ragnarée Sbondi.
Terapeuta Cognitiva e Hipnóloga.
Contacto: ragnaree@sbondi.com